lunes, 27 de febrero de 2012

Un Espejo que Limpiar.

Esta época de cuaresma oímos mucho en las lecturas, más que todo en los salmos, la necesidad de que dios nos limpie, nos lavé. Y es verdad en esta época de Desierto como ya lo he mencionado es época de limpiar.

Y es que nosotros debemos reflexionar en el desierto sobre nosotros, sobre lo que nos hace daño sobre lo que nos lastima, nos raya o nos hiere. Pues bien dice el génesis “somos a imagen y sem

ejanza de Dios”, y debemos reflejar lo mejor posible su imagen y esa semejante que tenemos.

Y es que no somos más que un simple espejo un simple reflejo del amor del Padre, nosotros debemos mostrar ese mismo amor, así como un espejo muestra a veces todos lo que somos, completos, cuando nos asomamos sabemos quiénes somos así debería ser nuestras vidas al vernos la otra gente debería saber que somos imagen de Dios, que somos un reflejo de amor.

¿Pero acaso los espejos están siempre limpios?, a veces los espejos se ensucian, se rayan, y hasta se rompen, ¿Qué debemos hacer entonces? , están los limpiavidrios, que mejor limpia vidrios que la oración, la palabra de Dios y una continua comunicación con nuestro creador, una vista interior para entregarle lo que nos mancha, lo que nos hace sucios, para que el coja y trapo deje limpio .

Si se raya existen las pulidoras, la confesión, la comunión, yd e nuevo la mejor arma la oración, que más que acercarnos de una manera más veras a Dios que estas?, si estamos mal con estas herramientas él nos echará una pulida y nos dejara sin rayones.

El vidrio al igual que el oro, se puede re hacer con el fuego, si nos caemos y partimos no podemos pedir más que la intercesión del creador para que rehaga ese espejo, hacer una interiorización quemar totalmente todo lo pasado, dejar todo lo malo, pedir el espíritu santo que es fuego para que él nos purifique.

Así que es hora de mirar cómo está funcionando nuestro espejo interior, si estamos reflejando a Dios?

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